La economía lineal es un sistema en el que el dinero fluye sólo en una dirección, del productor al consumidor. La economía circular es una alternativa más sostenible, en la que los bienes se reutilizan y los materiales se reciclan en lugar de desecharse tras su uso. Este ensayo explica por qué la economía circular tiene sentido para las empresas, los consumidores y la sociedad en su conjunto.
La economía actual se basa en el modelo lineal de tomar-hacer-desechar.
La economía actual se basa en un modelo lineal de tomar-fabricar-desechar, lo que significa que fabricamos cosas y las tiramos después de usarlas. Está claro que esto no es sostenible: nuestro planeta no puede soportarlo. Para entender por qué, hay que saber qué es la economía circular y cómo funciona.
Una economía circular tiene tres principios fundamentales:
- Reducir el uso mediante el diseño de productos que duren más y requieran menos energía para su producción.
- Reutilizar los materiales en su forma actual o como materia prima para nuevos productos o procesos (como el reciclaje de botellas de vidrio)
- Reciclar los materiales para convertirlos en materiales de mayor calidad que cuando se crearon originalmente (como la reutilización de las bolsas de plástico).
En una economía circular, los residuos no existen: la basura de un hombre es el tesoro de otro.
La economía circular se basa en el concepto de bucle cerrado. Los residuos no existen: la basura de un hombre es el tesoro de otro. De este modo, podemos crear un futuro más sostenible en el que los recursos se utilicen al máximo y luego se reciclen en nuevos productos para ser utilizados de nuevo.
En una economía circular, no hay productos de desecho; todo se reutiliza o reutiliza para otros fines. Esto significa que cuando tiras un teléfono viejo, se desmonta para recuperar materiales como el cobre o el plástico (los metales de tu smartphone) que pueden reciclarse en nuevos teléfonos u otros productos.
La cifra de la brecha de circularidad muestra que sólo el 9% de los materiales utilizados en la economía de la UE circulan realmente.
La brecha de circularidad es una medida de la diferencia entre el estado actual y el deseado de la economía circular. Puede utilizarse para medir cuántos residuos se generan por producto, cuántos materiales no se reciclan y cuántos recursos se necesitan para producir un producto.
La brecha de circularidad muestra que sólo el 9% de los materiales utilizados en la economía de la UE circulan realmente.
La estrategia de la UE para los plásticos pretende fomentar la circularidad en esta industria.
La estrategia de la UE para los plásticos tiene como objetivo promover la circularidad en esta industria. Para ello, cuenta con una serie de medidas, entre ellas un mayor apoyo a la innovación y la inversión en reciclaje.
Una de estas medidas es la Estrategia para los Plásticos. Esta estrategia pretende promover la circularidad en la industria del plástico reduciendo los residuos de plástico y fomentando el reciclaje, además de ayudar a las pequeñas empresas con soluciones innovadoras para proteger nuestro medio ambiente.
Los modelos empresariales circulares pueden generar valor económico y puestos de trabajo.
Es posible que haya oído hablar de la economía circular y de su potencial para crear empleo. Pero, ¿qué significa realmente? La economía circular implica repensar la forma en que producimos, utilizamos y reutilizamos los productos cerrando los bucles de materiales para que no se pierda ninguno de esos recursos. Esto significa crear nuevas empresas y puestos de trabajo en los que se añade valor a lo largo del proceso de producción en lugar de al final.
Esto crea un círculo virtuoso en el que los consumidores pueden comprar bienes que son buenos para ellos y buenos para las personas que viven en otras partes del mundo, además de ofrecer más oportunidades a los trabajadores cualificados que a los no cualificados para que salgan y construyan sus carreras mientras lo hacen.
Una economía lineal no es sostenible a largo plazo.
Una economía circular es más sostenible porque minimiza los residuos y garantiza el uso eficiente de los recursos. También puede generar puestos de trabajo, al tiempo que protege el medio ambiente y la salud humana.
En Europa, existe una estrategia sobre los plásticos para promover la circularidad con el fin de utilizar la base de recursos existente de forma más eficiente. Es necesario transformar la industria para que funcione según un modelo más sostenible que genere menos contaminación y reduzca la dependencia de recursos finitos como el petróleo y el gas, al tiempo que promueva la eficiencia de los recursos mediante la reducción de la producción de residuos a través de la reutilización/reciclaje en lugar de la eliminación en vertederos o la incineración (conversión de residuos en energía).
Como hemos señalado en la primera sección, la economía actual se basa en un modelo lineal de tomar, hacer y desechar. Este tipo de actividad económica no es sostenible a largo plazo porque genera residuos y contaminación cuando los recursos (como el agua, el aire y el suelo) se agotan más rápido de lo que pueden reponerse. Para solucionar este problema y hacer que nuestras economías sean más sostenibles, tenemos que avanzar hacia la circularidad encontrando nuevas formas de utilizar los materiales para que no acaben en los vertederos o en los océanos después de su uso. La UE ha esbozado su visión de cómo podría funcionar esto a través de su estrategia sobre los plásticos, que pretende fomentar la circularidad en esta industria reduciendo los niveles de residuos en un 75% para 2030.