¿Qué le decepciona de la política estadounidense?

¿Qué le decepciona de la política estadounidense?

En Estados Unidos, la política es local. Eso es lo que mucha gente cree, al menos. La verdad es que la política exterior también tiene un gran impacto en nuestra vida cotidiana. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la seguridad y la estabilidad económica. Por ejemplo, si hubiera otro gran ataque terrorista en 2020 o 2021 o 2022… ¿cómo respondería nuestra economía? ¿Habría otra recesión?

La mejor manera de predecir el futuro de la política exterior de EE.UU. es mirar al pasado.

Si se quiere predecir la dirección futura de la política exterior de Estados Unidos, hay que mirar al pasado. Si lo hace, será evidente que Estados Unidos seguirá siendo una superpotencia mundial durante muchos años.

En primer lugar, la economía estadounidense ha sido fuerte desde la Segunda Guerra Mundial y se prevé que siga siéndolo en un futuro previsible. Aunque siempre hay altibajos en cualquier economía, históricamente hablando, ésta es una base muy sólida para la futura fortaleza económica de cualquier país y su estatus de potencia internacional:

 

Un enorme segmento de la opinión pública estadounidense ya no considera que el gasto actual en «defensa» sea un dinero bien gastado.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha gastado más en defensa que cualquier otro país. De hecho, en 2018 gastó más del doble que China, el siguiente país que más gasta.

¡Estados Unidos gasta más que los siguientes 10 países juntos!

La gran mayoría de los estadounidenses se sienten seguros, gracias a un océano a un lado y a Canadá al otro.

En Estados Unidos no hay enemigos en nuestras fronteras. Tenemos un océano a un lado y Canadá al otro. El ejército es tan fuerte que, aunque lleva 18 años en guerra, no se oye hablar mucho de él porque ya no perdemos guerras.

Teniendo en cuenta estos hechos, no hay necesidad de preocuparse por nada en absoluto: la gran mayoría de los estadounidenses se sienten seguros, gracias a un océano a un lado y a Canadá al otro.

La llegada de las armas nucleares garantiza que cualquier guerra futura será una guerra mundial con millones o miles de millones de muertos.

La llegada de las armas nucleares garantiza que cualquier guerra futura será una guerra mundial con millones o miles de millones de muertos. Es una visión pesimista, pero difícil de rebatir. Las armas nucleares son tan poderosas que pueden destruir continentes enteros. Por eso mucha gente las ve como una disuasión y no como una amenaza: si tienes suficientes cabezas nucleares, nadie se atreverá a intentar atacarte porque tendrá garantizada la aniquilación en represalia. Siempre y cuando el otro no tenga también armas nucleares…

Incluso una guerra convencional podría estallar entre dos o más países que podrían arrastrar a EEUU.

Una guerra convencional se libra entre dos o más países que tienen suficiente dinero y recursos para gastar en armas. Estas guerras se libran entre ejércitos que luchan entre sí sobre el terreno, y suelen tener lugar en una zona específica de tierra.

Estados Unidos ha participado en muchos conflictos en todo el mundo a lo largo de su historia, pero ninguno de ellos fue una guerra convencional. El país sólo entró en un conflicto importante (la guerra de Vietnam) durante el cual tuvo una presencia militar convencional en suelo extranjero, pero incluso entonces no luchó directamente contra un ejército enemigo. En su lugar, proporcionaron apoyo a las tropas de Vietnam del Sur construyendo bases cerca de sus fronteras y proporcionando poder aéreo cuando era necesario. Estados Unidos también llevó a cabo operaciones encubiertas, como intentos de asesinato contra los líderes norvietnamitas durante este periodo, lo que ejemplifica aún más lo poco convencionales que eran estos conflictos.

Gran parte del gasto estadounidense en ayuda exterior se desperdicia porque nunca llega a su destinatario.

Gran parte del gasto en ayuda exterior de Estados Unidos se desperdicia porque nunca llega a su destinatario.

A menudo, el dinero es robado por funcionarios corruptos y se utiliza para comprar armas, pagar a terroristas y financiar operaciones militares de Estados Unidos, en lugar de ayudar a las personas a las que estaba destinado.

Una parte de este dinero llega a sus destinatarios, pero no sin un coste: una parte se destina a fines legítimos como la educación o la medicina, pero una parte excesiva se gasta en equipamiento militar, armas para terroristas y otros esfuerzos no humanitarios que causan más daño que beneficio a largo plazo.

El Congreso no ha tenido hasta ahora mucha participación en la política exterior, lo que hace difícil predecir lo que ocurrirá el próximo año o en un futuro próximo.

Con unas elecciones en 2020, es un buen momento para considerar cómo podría ser la política exterior. El Congreso no ha tenido mucha participación en la política exterior hasta ahora, lo que hace difícil predecir lo que sucederá el próximo año o en un futuro cercano.

Y sin embargo, como hemos visto con las recientes decisiones de Trump sobre Irán y Venezuela, la política exterior puede cambiar rápidamente.

Es importante entender el mundo y su funcionamiento, pero no se puede saber lo que realmente ocurrirá en la política exterior de Estados Unidos el año que viene o dentro de 10 años

El mundo está cambiando rápida e imprevisiblemente. Estados Unidos tendrá que colaborar con otros países para resolver los principales problemas a los que nos enfrentamos hoy en día. Hay muchas cuestiones que requieren nuestra atención, pero las más urgentes son el cambio climático y la energía. No sabemos qué ocurrirá el año que viene o dentro de 10 años, pero es importante que todos entendamos cómo funciona este mundo para poder prepararnos para lo que venga después.

 

El futuro de la política exterior de Estados Unidos es incierto, pero la dirección que tome tendrá un gran impacto en todos nosotros.


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