Hemos entrado en una nueva era en la evolución de la vida humana. El campo de la inteligencia artificial ha llegado a un punto en el que las máquinas son capaces de igualar y, en algunos casos, superar la inteligencia humana. Aunque esto pueda parecer algo de ciencia ficción, en realidad está ocurriendo ahora mismo.
Inteligencia Artificial
La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que imita la inteligencia humana. Puede utilizarse en muchas aplicaciones, como la robótica y la asistencia sanitaria. La IA es un término amplio que engloba muchas tecnologías diferentes, como el aprendizaje automático y el procesamiento del lenguaje natural (PNL). La IA puede utilizarse para resolver problemas que son demasiado complejos para que un ser humano los resuelva por sí solo, utilizando algoritmos que imitan el proceso de toma de decisiones de los seres humanos.
La IA puede utilizarse de muchas maneras. Puede utilizarse para hacer predicciones, como por ejemplo si un paciente desarrollará o no un cáncer de pulmón basándose en su historial médico y sus síntomas actuales. También puede utilizarse en ciberseguridad para ayudar a detectar ciberataques antes de que se produzcan, analizando grandes cantidades de datos que llegan al sistema.
Cómo empezó
Las raíces de esta tecnología son antiguas, pero sólo en los últimos años se han puesto de manifiesto sus implicaciones. Los primeros ordenadores se inventaron a finales de la década de 1940 y principios de la de 1950, cuando se utilizaban principalmente con fines de investigación. En 1957, el científico John Bardeen ganó un Premio Nobel por su trabajo en microelectrónica en los Laboratorios Bell; unos años más tarde (en 1960), también ganaría uno con William Shockley y Walter Brattain por su invención del transistor, el componente crucial que hizo posible la computación electrónica.
El año 1968 fue importante para la informática: Intel Corporation sacó al mercado su primer chip microprocesador, como éste. Esto supuso un paso importante hacia la estandarización entre los sistemas informáticos de los distintos fabricantes para que pudieran comunicarse entre sí; hasta entonces había habido poca coherencia en la forma en que los ordenadores se comunicaban entre sí a través de cables u ondas de radio entre ellos.»
El modelo actual
Se puede pensar en el modelo actual como una combinación de IA e inteligencia humana. El sistema está diseñado para aprender de los usuarios, pero también funciona con la ayuda de la inteligencia artificial. Por ejemplo, si buscas resultados en Google o en otro buscador, tu búsqueda se verá influida por lo que otras personas han buscado ese día.
Este es un ejemplo de inteligencia artificial en funcionamiento. El sistema ha sido diseñado para aprender del comportamiento de los usuarios y utiliza esos datos para que los resultados de las búsquedas sean más relevantes. No es sólo un humano el que toma la decisión final sobre los resultados de la búsqueda, sino que el ordenador también lo hace.
El modelo del mañana
La inteligencia artificial formará parte de todos los aspectos de nuestra vida. La inteligencia artificial se integrará en nuestros hogares, lugares de trabajo, escuelas y gobiernos. La inteligencia artificial se integrará en nuestro sistema sanitario.
Esta es la visión del futuro que muchas personas han estado prediciendo desde hace décadas, pero si se hace realidad traerá consigo una serie de retos y oportunidades que sólo estamos empezando a entender hoy.
El primer reto es que la inteligencia artificial podría cambiar la forma en que nos relacionamos. A medida que nuestros ordenadores se vuelven más avanzados, puede que nos resulte más fácil interactuar con ellos que entre nosotros. Esto podría llevar a una ruptura de las relaciones humanas e incluso hacer que la gente pierda su trabajo a medida que la IA se haga cargo de muchas de las tareas que actualmente realizan.
Es muy rápido
La velocidad de la IA está aumentando. Esto significa que los algoritmos son cada vez más capaces de entender el mundo, incluidas las personas y los objetos que lo componen. También están mejorando en el aprendizaje a partir de la experiencia (como el entrenamiento de un sistema de visión por ordenador con millones de imágenes), y en el aprendizaje de otros sistemas de IA: ¡incluso pueden aprender de sus propios errores!
Esto conduce a un círculo virtuoso: cuantos más datos tenga, mejor será su IA; y cuanto mejor sea su IA, más datos podrá consumir. Esto crea un aumento exponencial de la velocidad, el ritmo al que la IA puede aprender nueva información.
En conclusión, la inteligencia artificial es un campo de muy rápido crecimiento que tiene el potencial de cambiar el mundo tal y como lo conocemos. El futuro de la IA es brillante, con oportunidades de avance, pero también hay desafíos que deben ser abordados. Con este conocimiento en mente, podemos empezar a trabajar para resolver estos problemas para que a nuestros hijos les resulte más fácil adaptarse a las nuevas tecnologías a medida que vayan apareciendo